La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha reafirma la prioridad absoluta de la Autovía del Júcar, que ha de conectar Albacete y Cuenca a través de un eje vertebrador clave para el desarrollo del sureste regional. Esta infraestructura, largamente demandada, se considera esencial para mejorar la cohesión territorial, frenar la despoblación y estimular la economía local y regional. Se contempla que la autovía siga el trazado de la actual carretera CM-220, que permitiría reducir costes y acelerar su ejecución. Con una longitud aproximada de 128 kilómetros, atravesaría más de 30 municipios en beneficio de más de 260.000 habitantes.
Con esta infraestructura está relacionado el convenio suscrito por el Gobierno de Castilla-La Mancha y el Gobierno de España en 2007, en virtud del cual el Gobierno regional asumía la competencia de la N-320 entre Cuenca y Albacete y el Gobierno de España integraba en la red de carreteras del Estado la Autovía entre Guadalajara y Tarancón (Autovía de la Alcarria) como parte de la conexión entre la A-1 y la A-3.
El Gobierno de Castilla-La Mancha está insistiendo al Gobierno de España que cumpla el acuerdo, de lo contrario no se descarta denunciar el convenio.
Es el caso de las declaraciones del consejero de Fomento, en enero de 2024, y de la resolución de las Cortes de 17 de julio de 2025, que insta al Gobierno de Castilla-La Mancha a que inste al Gobierno de España a cumplir el acuerdo o revertir el acuerdo con la correspondiente indemnización del Estado a la Junta de Comunidades por el mantenimiento y conservación del tramo de la N- 320, entre Cuenca y La Gineta, que ha estado a cargo de la Junta desde la formalización del convenio.